martes, 7 de mayo de 2013

Recapitulando I: la restauración y conservación

Vamos a terminar el trabajo poco a poco con unas últimas entradas conclusivas recapitulando. No vamos a repetir únicamente de forma breve lo ya dicho, también añadimos datos nuevos para que sea una conclusión completa.

Comenzaremos por el principio:

La conservación y restauración son dos disciplinas científicas que están muy entrelazadas entre sí. Tanto que se toman como una sola, ya que todo objeto que tiene ser restaurado tiene ser conservado después. Y cualquier objeto del patrimonio arqueológico recién hallado ha de sufrir, aunque sea breve (que no lo suele ser), un proceso de restauración y conservación por tanto.

Son dos ciencias muy interdisciplinares: necesitan de la historia y la geografía para comprender el objeto de estudio y completar la información sobre él, consiguiendo además aportar nueva luz a estas ramas. Por supuesto, es imprescindible la arqueología, ciencia que se encarga de la investigación de yacimientos y la extracción de los materiales encontrados ahí. Por otro lado, los procesos de deterioro del material son parte del estudio de las ciencias experimentales: la biología, la química, la física... Y por tanto, la restauración y conservación del patrimonio es la unificación de las ciencias mencionadas con el único fin del mantenimiento del patrimonio histórico.

Así, por un lado la restauración se encarga de reparar los daños causados en las piezas de estudio y la conservación pretende mantener en un buen estado el patrimonio mencionado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario